El último episodio de Hoonicorn vs. The World del canal de YouTube de Hoonigan ha tenido como protagonista a un side-by-side muy peculiar. Estos buggies, también conocidos como UTV, están diseñados para ser polivalentes fuera del asfalto, y se usan tanto como herramienta de ocio, como de trabajo. Ahora bien, todo cambia cuando alguien decide transplantar en la parte trasera de un Polaris RZR un 2JZ de origen Toyota, sobrealimentado por un gigantesco turbo, y con 3,4 litros de cubicaje. Un motor capaz de desarrollar 1.100 CV a las ruedas, ruedas diseñadas, por cierto, para el drag racing.
Lo mejor de todo es que su decoración es la misma que la de los Ford Explorer de Jurassic Park, y que su suspensión está completamente de serie. De hecho, su dueño afirma que con neumáticos de palas y sobre arena, ha hecho caballitos de impresión. Su caja de cambios es una Powerglide automática de dos relaciones, la favorita para el drag racing, donde gracias a un peso de menos de 1.100 kilos, es capaz de hacer el cuarto de milla en poco más de ocho segundos. Pero el Hoonicorn, su V8 biturbo de 1.400 CV y su tracción total permanente no tienen la intención de ponérselo fácil.
De hecho, no dan tregua y consiguen imponerse al RZR en las dos carreras de aceleración, ambas comenzadas con los coches bien quietos. No obstante, aunque el Hoonicorn se ha impuesto, en la segunda carrera solo le venció por medio coche de distancia, y el RZR fue más rápido en los primeros compases. Esto demuestra lo buen piloto que es el dueño del Polaris, y lo extremadamente rápido que es el coche. Te recomiendo muy encarecidamente ver el vídeo, te garantizo que no te va a decepcionar.