Todos conocemos al fantástico Porsche Carrera GT. El coche que fue considerado uno de los tres grandes superdeportivos de la pasada década – junto al Ferrari Enzo y el Mercedes McLaren SLR – hoy en día parece anacrónico, sencillo, incluso analógico. Su motor 5.7 V10 desarrollaba la friolera de 612 CV, que pasaban a las ruedas traseras sin filtros, mediante una caja de cambios manual. De ello queríamos hablaros: ¿por qué demonios el Porsche Carrera GT tenía un pomo de madera en su caja de cambios?
En su momento, era un coche que representaba el súmmum de la tecnología en Porsche, con un chasis monocasco de fibra de carbono, un motor derivado casi directamente de la competición, un habitáculo repleto de aluminio… y un pomo de madera, como en los Mercedes de nuestros abuelos. Este pomo redondo estaba construido en madera de abedul y fresno, y era un homenaje al pomo de la palanca de cambios de los antiguos Porsche 917. El pomo de los 917 estaba construido en madera de balsa pulida en forma redonda. ¿Por qué?
El motivo era evitar que los pilotos se quemasen las manos con un pomo convencional, de aluminio. Conectado al motor, su calor se transmitía directamente a las manos del piloto y era insoportable. Tras varias quejas de sus pilotos – que debían soportar el calor en largas carreras de resistencia – Porsche optó por esta interesante solución. La madera aísla del calor, y además, ¡era más ligero! Una curiosidad histórica y un auténtico guiño al pasado en competición de Porsche.
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