Muchos critican al Porsche 911 por su diseño continuista generación tras generación, una crítica que realmente no está mal encaminada pero, ¿es justa? Es a partir de este vídeo con el que podemos apreciar la evolución del mítico deportivo alemán entrega tras entrega, lo que demuestra que el Porsche 911 ha cambiado mucho y que podría desmontar la crítica de sus menos simpatizante. Pero a su vez ha cambiado muy poco, así que vamos a descubrir por qué han tenido lugar ambos efectos.
El nueveonce es un coche ya mítico en la historia de la automoción naciendo como el sustituto del 356 y manteniéndose a día de hoy como innegable niño mimado de los de Stuttgart. Esto ha obligado a los diseñadores de Porsche a no salirse nunca demasiado de las formas redondeadas de su deportivo por excelencia, buscando siempre mantener su esencia, pero entonces, ¿qué ha cambiado en todos los 911 además de lo obvio?
El Porsche 911, el deportivo que ha cambiado mucho y poco a la vez
Fue en 1963 cuando el 911 hizo acto en escena no sin antes pelearse Porsche con Peugeot por la denominación original que este iba a tener, 901. Fue por aquel entonces cuando sus faros redondos y sus formas suaves y limpias se quedaron para siempre en la historia, y seguramente sin que la firma alemana lo supiese.
Más adelante llegaron los 964 y 993, generaciones que han empezado a ser más queridas con el paso del tiempo, pero que mantienen igualmente su fisionomía inalterada. Pero la crisis que sufrió Porsche en los 90 les obligó a dar un drástico cambio en diseño en busca de innovar y gustar, y fue ahí cuando nació el polémico 996, y lo que demuestra que es probable que el diseño inalterado del 911 funciona.
Sus faros tipo «huevo frito» no gustaron demasiado, lo que hizo que Porsche volviese a su línea continuista que se refleja en los 997, 991 y el actual 992. Entonces, ¿dónde están los cambios? Además de en materia de seguridad, mecánica y tecnología, el 911 pese a mantener un diseño fiel al original ha perdido esencia en tamaño y disciplina, llegando a convertirse en un deportivo voluminoso y grande.
Esto no lo convierte en un coche menos eficaz, al contrario, pero sí que su filosofía es distinta al convertirse en algunos casos en un GT y no tanto en un deportivo puro y duro. ¿Es criticable su casi inalterado diseño? Puede, pero donde realmente están los cambios en todas y cada una de las generaciones del Porsche 911 es en sus dimensiones y objetivos.