Sin lugar a dudas, los ricos viven en un planeta diferente al nuevos. Un planeta en el que derrapan con superdeportivos en los jardines de mansiones o compran juegos de cóctel tan caros como dos Ford Fiesta ST. Si son ricos aficionados a las armas, puede que hagan lo mismo que Philip Thorrold: instalar un lanzador de platos en la parte delantera de su Porsche 911 Targa y disparar a ellos mientras derrapa por su enorme mansión. O subirse al asiento del copiloto y disparar con el coche en movimiento.
Beneficios de un coche con motor trasero, está más claro que el agua. Disparar a platos – construidos en una especie de cerámica fina – no es demasiado complicado. Desde un punto fijo yo mismo he disparado con un rifle a estos blancos sin muchos problemas. Pero es muy diferente hacerlo con un punto de lanzamiento móvil, o subido en el asiento del copiloto de un Porsche 911 mientras circula a toda velocidad por caminos estrechos. Supongo que te lo puedes permitir si eres un experto tirador y tienes una enorme mansión.
Pero estaréis de acuerdo conmigo en que hace falta un tipo de rico muy especial para instalar un lanzador de platos de control remoto en la parte delantera de un Porsche 911. Podéis ver la locura de vídeo sobre estas líneas. Dicho sea de paso, le recomiendo al Sr. Thorrold que lleve su 911 Targa al taller, su motor parece quemar aceite. ¿Te quedas con ganas de más? Observa cómo el Sr. Thorrold dispara a platos desde un Ferrari 599 SA Aperta, mientras dicho superdeportivo hace donuts y burnouts.
Anonadado me hallo.
Fuente: Jalopnik
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