Tengo bastante claro lo que haría si fuera asquerosamente rico. Primero, me compraría un Carrera RS de los años 70 y trataría de dejarlo, en la medida de lo posible, completamente de serie. Segundo, haría lo propio con un 911 de finales de los sesenta, lo empaquetaría, se lo enviaría a Magnus Walker y dejaría que hiciera su magia. Y es que nadie puede dudar de que cualquier 911 clásico en manos de Magnus Walker acaba convertido en una pieza de museo, en una joya para aquellos que nos confesamos amantes del icono del deportivo europeo. ¿Pero qué sucede cuando Magnus Walker mete mano a un Porsche 911 moderno?
Cuando Magnus Walker metió mano a este 997 GT2 junto con Alex Ross, de SharkWerks, surgió el amor, como diría Jay Leno en este vídeo de 24 minutos en el que nos presentan a esta obra de arte. Magnus se encargó de dotar a esta bestia de ese estilo tan característico que a todos nos ha entusiasmado y que hace que cualquier Porsche 911 con su firma eleve su condición de objeto de deseo hasta cotas inimaginables. La combinación de detalles modernos y clásicos es sublime, franjas grises sobre carrocería blanca, defensas en tono anaranjado, llantas doradas y adhesivos de Porsche en los bajos. Magnus Walker se habría permitido incluso alguna extravagancia, como tapizar los asientos con una trama de cuadros escoceses. No me digas que no te parece sublime…
Para la preparación mecánica, el trabajo habría corrido a cargo de Alex Ross, de SharkWerks, especializados sobre todo en preparaciones mecánicas de los deportivos más modernos de Porsche. Alex habría rebajado las suspensiones y habría mantenido los frenos cerámicos de serie. Los ajustes del motor habrían llevado a este Porsche 997 GT2 a desarrollar 775 CV a la salida del cigüeñal. Un incremento de potencia notable, que incluso superaría con creces los 620 CV del Porsche 997 GT2 RS, la versión más radical y potente que se comercializó de este modelo.
Y ahora solo puedo deciros que, tras ver este vídeo, ahora tengo un nuevo sueño. El sueño de ser asquerosamente rico, hacerme con un Porsche 997 GT3, manual, y enviárselo a Alex Ross y a Magnus Walker para que hagan su magia, como hicieron con este 997 GT2 de uno de sus clientes.
Fuente: Jay Leno’s Garage
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