No hace falta que te hable de él para que te enamores. Se llama Porsche Mission E, es el último prototipo de los de Stuttgart, y estuvo presente en el Salón de Frankfurt estos días. No hace falta ni que leas este artículo. Basta con ver los 47 segundos de vídeo del Porsche Mission E que ha preparado la marca para su presentación en público. Por lo tanto, no hace falta que te cuente que bajo su bella carrocería esconde 600 CV de potencia. Y sí, es eléctrico, pero si te digo que sus dos motores eléctricos proceden del prototipo que ganó las 24 Horas de Le Mans este año, la cosa quizás cambie. Más aún si eres consciente de que acelera de 0 a 100 km/h en solo 3.5 segundos y aún así goza de 500 kilómetros de autonomía.
Puede que te de algo de rabia parar a «repostar» o, mejor dicho, tener que recargar sus baterías y esperar durante unas horas. Tal vez por eso Porsche haya diseñado un sistema de carga de 800 voltios que tan solo necesita 15 minutos de tu tiempo – dedícalos a admirar su carrocería – para gozar de otros 400 kilómetros de autonomía. Como todo buen Porsche, y como una tapa en la aleta trasera para acceder a la boca de carga del depósito era demasiado mainstream, y hacer lo propio en la aleta delantera era lo que te esperabas en uno de sus deportivos, decidieron crear un sistema que despliega completamente la aleta para acceder a los conectores. Aunque técnicamente puede recargarse mediante un sistema inductivo, sin cables.
Dice Porsche que podría rodar en Nürburgring en menos de 8 minutos.
Y como su aspecto, y sus avanzados sistemas mecánicos, quizás no fueran suficiente como para darte la visión tecnológica que pretendían, Porsche optó por ir más allá. Este coche goza de una instrumentación y un equipo de entretenimiento que controlarás con la vista, o con movimientos de manos que no requerirán contacto con ningún botón, ni tan siquiera una pantalla táctil. Increíble, ¿no crees?
Fuente: Porsche
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