Hay algo fascinante en los coches que vuelven a la vida tras años de abandono. O mejor dicho, décadas. Es la historia de este Datsun 510 – Datsun era el nombre de Nissan en mercados como Estados Unidos. El coche fue adquirido en Long Island en 1970, se condujo durante 7 años, y entre los años 1977 y 2016, permaneció aparcado en un garaje, sin moverse. Los últimos 6 años los pasó en otro garaje, y por fin, su actual propietario, decidió restaurarlo. El paso previo es un detallado, cuyo fin es preservar la originalidad del vehículo.
La pintura de los coches de antaño no tenía capas de laca, si no que era sólida, y de una sola capa gruesa. Por ello, el pulido debe ser cuidadoso: necesariamente va a eliminar parte de la pintura, exponiendo pintura no oxidada. Por supuesto, antes de llegar al pulido hay que hacer un profundo lavado. Son esos años de suciedad los que en cierto modo han protegido la pintura. Los cromados son pulidos a mano, y aunque algunos puntos de óxido son imposibles de eliminar, preservarlos es en cierto modo proteger la patina del coche.
El interior del coche no era tan desastroso como podría pensarse tras 44 años de «abandono». Al haber estado cerrado, más allá de moho, heces de roedores y algún nido de insectos, el grueso del trabajo de AMMO NYC – el mejor detailer del mundo, posiblemente – fue eliminar polvo y suciedad convencional. La combinación de un detergente multipropósito (APC, en el argot) con una vaporeta y agitación manual de los residuos obra maravillas. El resultado final llama la atención. El coche brilla como cuando era nuevo, pero presume de sus cicatrices de forma elegante.
El estado ideal para recibir una mecánica renovada y ser disfrutado durante años, sin preocuparse porque su carrocería recién pintada reciba microarañazos.