Porsche no necesita un gran marketing para generar expectación, y sobre todo atraer a miles de clientes en todo el mundo, y millones de fans, que de momento no podemos permitirnos tener uno de sus deportivos en el garaje. Aún así, ellos saben cómo hacer buen marketing. La muestra más clara la tenemos en su interés en regresar a las 24 Horas de Le Mans, en cómo han tratado su regreso a una de las carreras más emblemáticas de la competición, prácticamente como una cuestión de principios, de justicia histórica. Y aún más cómo han intentado mostrar al mundo el nexo entre competición y calle, llegando incluso a generar ríos de tinta con una imagen, la que estás viendo encabezando este artículo.
Porsche intenta hacernos ver que existe una conexión muy estrecha entre sus prototipos de resistencia y sus deportivos de calle, conexión que se hace más evidente en su último superdeportivo, el Porsche 918 Spyder. De ahí que en el momento en que nos mostraron un coche bajo una lona sobre la que rezaba «Mission: Future Sportscar», todos estuviéramos pensando que debajo de ella se escondía algo impresionante. ¿Qué tal un deportivo aún más potente, tecnológico y exclusivo que el Porsche 918 Spyder? Demasiado atrevido, quizás. Alguno se ha aventurado a decir que se trataría de un superdeportivo de motor central, algo así como el Ferrari de Stuttgart. De nuevo sería una opción demasiado atrevida.
Es evidente que en Porsche ya están pensando en sus próximos movimientos, no solo para el Porsche 911, que en los próximos años sufrirá grandes cambios, empezando por el estreno de una nueva gama de motores. Porsche está pensando su próximo movimiento, el que logrará volver a emocionarnos. Pero mucho me temo que debajo de esa lona no se esconde absolutamente nada, más allá del mensaje que todos queremos oír, que en Stuttgart trabajan sin prisa, pero sin pausa, para seguir haciendo algunos de los mejores deportivos de todos los tiempos. O quizás nos equivoquemos y en realidad se esconda una sorpresa que veamos muy pronto. ¿Quién sabe?
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