Nürburgring es un circuito fascinante, y sus días abiertos al público son conocidos como Touristenfahrten. La posibilidad de rodar en uno de los circuitos más icónicos del planeta con tu propio coche pagando un peaje realmente asequible es una propuesta difícil de rechazar. Ser el propietario de un Volkswagen Golf GTI TCR, vivir en Alemania y no rodar en Nürburgring debería estar tipificado en el código penal petrolhead. Ahora bien, no debes hacer lo que ha hecho el conductor de este GTI bajo ningún concepto.
El trazado alemán tiene el sobrenombre de «Infierno Verde» por muchas razones. Es un circuito técnico, estrecho y con muy pocas escapatorias. Adenauer Forst es una de las curvas más delicadas. Si entras a una velocidad demasiado elevada, el coche saldrá irremediablemente de pista, pasando por un piano muy voluminoso. Aunque hay algo de escapatoria, posiblemente se produzcan daños en tu coche. Es lo que le ha ocurrido al piloto de este Golf GTI TCR, que posiblemente ha dañado neumático, llanta y algún elemento de los bajos del coche.
La reacción natural es parar a comprobar los daños, pero nunca debe hacerse en plena escapatoria del circuito, tras haberse bajado del coche. Este comportamiento expone de forma directa y clara a un atropello a los ocupantes del coche, especialmente teniendo en cuenta qué curva es. Jamás debe hacerse esto en un circuito. Si el coche no puede seguir o está inmovilizado, se debe aguardar a que los comisarios señalicen la avería, y solo entonces se debe abandonar el coche y situarse tras las protecciones del circuito.
Si el coche puede rodar, Nürburgring dispone de multitud de salidas asfaltadas, en las que el coche se puede aparcar esperando a la grúa. Pero jamás hagáis lo que ha hecho este conductor. No pongáis en peligro vuestra vida de esta forma.