Por si no lo sabíais, Gas Gas ha entrado en liquidación, pero aún hay alguna esperanza puesta en la posible venta de la unidad productiva a algún inversor interesado. Esta misma mañana una delegación de KTM ha visitado las instalaciones de Gas Gas en Salt – provincia de Girona – con la idea de hablar de números con la directiva. Una posible compra de Gas Gas por parte de KTM ha sido el principal motivo de la visita. La recepción de los trabajadores no ha podido ser más dura: neumáticos quemados y carteles agresivos.
«Esta no es tu casa», podía leerse en inglés y en alemán, en carteles colgados del frontal de la empresa, mientras que varios neumáticos ardían dejando un negro humo en el aire. Los motivos de la plantilla de Gas Gas son fundados. Husqvarna pertenecía a BMW y tenía sus instalaciones productivas situadas en la ciudad italiana de Varese. Al ser comprada por KTM, la primera decisión de los austriacos fue cerrar la planta de Varese, que en aquellos momentos estaba produciendo motocicletas. La producción lleva meses parada en Gas Gas.
En Salt se cree que Gas Gas correría el mismo destino que Husqvarna: KTM quiere reforzar su gama trialera y Gas Gas sería asimilada por la gigante austriaca, trasladando su producción a Austria. En palabras de los trabajadores:
«Este no es el futuro que queremos para Gas Gas motos, con lo cual, hemos decidido toda la plantilla, darles la bienvenida. Con el mensaje de que, ésta no es tu casa, les queremos dar a entender, que no permitiremos que compren nuestras instalaciones para cerrarlas y deteriorar más el poco tejido industrial nacional que nos queda. El sector off-road nacional no se quedará de brazos cruzados mientras unos oportunistas buscan lucrar y monopolizar el sector europeo de las motocicletas utilizando un entresijo de empresas para hacerse con la totalidad del mercado».
Seguiremos informando, y esperamos que la empresa pronto alcance un acuerdo con un inversor que garantice que el empleo y la producción se mantienen en Girona.
Fuente: Soy Motero
En Diariomotor: La moto española pierde uno de sus últimos bastiones: Gas Gas cierra sus puertas