El momento en el que tienes que aumentar el tamaño de tu estantería para colocar tu colección de miniaturas de coches, sin duda, hace que pases a un nuevo nivel en tu pasión por los automóviles. Pero cuando tu colección exige reservar varias habitaciones de tu casa, comienzas a entrar en el selecto club de los verdaderos coleccionistas de miniaturas. La historia de Nabil «Billy» Karam y su pasión por los automóviles y las miniaturas nació, como para la mayoría de nosotros, en su infancia. Una mala experiencia en la infancia de Billy, cuando tras un robo desaparecieron sus coches de juguete, le llevaría siendo adolescente y adulto a tratar de recuperar aquellas miniaturas que perdió cuando era pequeño. Así hasta acumular una colección de maquetas y miniaturas compuesta por 37.777 piezas y convertirse oficialmente, según el Guinness World Records, en el mayor coleccionista del mundo.
Reconocía el propio Billy Karam, entre risas, que su pasión se transformó en una enfermedad. Comenzó coleccionando los coches que se fabricaron cuando era joven, para pasar poco después a ir engrosando en su colección los Porsche que había conducido, hasta que comenzó a trabajar para la marca de Stuttgart y entonces comenzó a acumular toda miniatura de Porsche que encontrase por el mundo.
Más allá de las piezas que acumula, de todas las marcas, y estilos, sorprende la calidad y el cuidado de las escenas que representa en sus vitrinas. Un vistazo en este vídeo te llevará a encontrarte con fotos y escenas que probablemente te resulten familiares, ciudades completas, e incluso una representación de los Grupo B y hasta los Porsche 953 con la decoración de Rothmans en el Dakar.
Decía Billy Karam, que también es piloto de carreras, que en sus representaciones había llegado incluso a escenificar escenas de su vida, y también algunos de los accidentes que había sufrido en competición, con el escenario exacto en el que sucedió y el coche saltando en un rally, o a dos ruedas al tomar una curva (ver imagen de su web).
Si tenéis curiosidad podéis ver las representaciones y las piezas de Billy Karam en su página web.
En definitiva, todo un merecedor de un Guinness World Records.
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