Ya hemos visto que todo en Tesla resulta, cuanto menos, curioso. El planteamiento de empresa, la tecnología y vanguardia con la que cuentan sus modelos, el desarrollo de sus súper cargadores, así como los servicios de venta y post-venta. La ausencia de concesionarios, nos llevó hace unos meses a analizar en profundidad que comprar un Tesla en España no resultaba sencillo ni barato. La compra se hacía a través de la web de Tesla y, posteriormente, la marca se encargaba de entregarte el vehículo en tu propio domicilio gracias a una empresa de transporte especializada, debido a la ausencia de concesionarios oficiales en España.
Pero no conocíamos entonces algunos pequeños detalles del servicio post-venta. De hecho, el otro día, circulando por Madrid, me encontré un Tesla Model S de Uber, que había tenido una aparatosa colisión con otros dos coches que le habían hecho “un sándwich” que no resultaba nada apetitoso de ver. Se trataba de una unidad recién matriculada que, como sabes, tiene un precio que parte desde 83.000 euros.
La duda era evidente: ¿qué ocurre si tienes un accidente? Teniendo en cuenta que el taller oficial Tesla más cercano está en Burdeos (Francia), a 700 kilómetros de Madrid, imagino que la situación no le debería hacer mucha gracia a la empresa de flotas propietaria del Uber…
La realidad es que, aunque Tesla no dispone aún de talleres oficiales, cuenta con una serie de talleres aprobados en España, a los que la marca manda a reparar un vehículo cuando sufre un accidente y es necesaria “chapa y pintura”. Al parecer son talleres especializados en reparaciones de aluminio, con los que Tesla está colaborando de forma temporal, hasta disponer de sus talleres oficiales permanentes. Pero aquí está el quid de la cuestión: hablamos de talleres de otras concesiones, de los que habría que conocer el nivel de implicación y formación respecto a los Tesla.
Al parecer Tesla, ofrece un servicio de recogida en casa y la posibilidad de disponer de un coche de sustitución mientras dura la reparación, de forma que el cliente no tiene que preocuparse de nada, ni siquiera de conocer el taller donde están reparando su vehículo.
Tesla insiste en que las reparaciones mecánicas serán las de menos porque, como ya hemos apuntado en otras ocasiones, los vehículos eléctricos tienen, a priori, un mantenimiento más sencillo. No requieren cambios de aceite, ni sufren averías de carburación, transmisión o del sistema de escape. Cualquier problema grave relacionado con la unidad propulsora y, en general, para las reparaciones más complicadas, el cliente deberá enviar el Tesla al concesionario más cercano, en Burdeos. Tesla se hace cargo de cubrir, de forma gratuita, los primeros 800 kilómetros de grúa. Esto dejaría sin cobertura gratuita a gente que viva en el sur de España.
Otro servicio curioso que ofrece Tesla es la reparación de forma remota de problemas electrónicos. Además, Tesla ya ofrece en España el servicio de Rangers, la denominación que la marca ha puesto al grupo de técnicos y mecánicos que viajan a domicilio para realizar pequeñas reparaciones in situ.
Ya lo dijo Elon Musk, «no deberías hacer las cosas de manera diferente sólamente para que sean distintas. Necesitan ser mejores». ¿Lo conseguirá con una mentalidad tan disruptiva? El tiempo lo dirá.