La picaresca de algunos individuos no tiene límite, así como su deseo de lucrarse a base de estafar a otras personas. No estoy hablando de nuestros eficientes políticos, estoy hablando en este caso de un grupo de ladrones, que robaron hasta 60 coches Audi y Volkswagen afectados por el escándalo del Dieselgate con el objetivo de venderlos en otros estados y obtener un pingüe beneficio. Sucedió en el párking del Silverdome en Pontiac, Michigan: su aparcamiento se está usando como almacenaje temporal para estos TDI, que tras ser recomprados por la marca, esperan su turno para acudir al centro de reciclaje.
Sin embargo, hasta 60 coches han desaparecido de este enorme párking. Tras iniciarse investigaciones por parte de la policía, se descubrió que algunos de estos vehículos habían sido vendidos en subastas con títulos de otro estado. En Estados Unidos los coches se matriculan en cada estado, y sus papeles no son emitidos a nivel federal: es francamente complicado seguir la pista a un coche que ha sido legalmente registrado en otro estado y ha cambiado de manos varias veces. Los títulos fueron falsificados por los ladrones, y los coches fueron posteriormente vendidos fuera de Michigan, en estados tan alejados como Kentucky.
Las autoridades estadounidenses afirman que han recuperado 22 de los 60 vehículos robados, 12 de ellos en una casa de subastas. De no haberse intervenido, estos vehículos habrían sido vendidos a empresas o particulares, y habrían continuado rodando, a pesar de que su destino era el desguace. Recordemos en este momento que en Estados Unidos los propietarios de los TDI afectados también han tenido la opción de quedárselos, renunciando a la recompra por parte de Volkswagen – son coches que legalmente pueden circular y cambiar de manos. Algún propietario se habría enterado de esta estafa meses o años después, cuando ya fuera demasiado tarde.
Fuente: Detroit Free Press