Estamos acostumbrados a que las marcas de coches lancen recreaciones de sus últimos lanzamientos para los más pequeños de la casa e incluso hay marcas que, como Morgan, van un paso más allá y crean auténticas maravillas como el Morgan EV3 Junior, del que te hablamos en el artículo “Morgan EV3 Junior: el juguete definitivo para tu hijo petrolhead te costará lo mismo que un Mazda MX-5 NC de ocasión”. Podrías pensar que el Rolls-Royce que encabeza estas líneas, que acompaña a este texto, es simplemente un juguete más de esos, con un elevado precio de compra por ser un Rolls-royce y que terminará en manos de unos pocos afortunados fanáticos de la marca… pero te equivocas, tras este Rolls-Royce de juguete hay una noble causa.
El Rolls-Royce SRH es un coche exclusivo… con un noble fin: animar a los niños de un hospital británico antes de ser operados
Este Rolls-Royce de juguete es una pieza única creada para un cliente muy especial, la Unidad Pediátrica del Hospital St Richard de Chichester y está pensado para que lo usen los niños que están esperando una cirugía en este hospital, listos para disfrutarlo antes de su operación y reducir así el estrés del paciente antes de la intervención.
Para la entrega Rolls-Royce simuló el proceso vip que suelen llevar a cabo con sus clientes y recurrió a dos pilotos de prueba de la unidad pediátrica del mencionado hospital, a Molly Matthews y a Hari Rajyaguru, aprovechando para enseñarles a ellos y a sus familias las instalaciones de la marca.
Creado por el equipo de fabricación a medida, el Rolls-Royce SRH, como se ha bautizado a este Rolls-Royce único, nos encontramos con una clásica combinación cromática con el blanco Andalucía y el azul Salamanca como protagonistas, perfectamente contrastados ambos por una tapicería roja. El equipo de Rolls-Royce tardó 400 horas en crearlo.
Mecánicamente el SRH cuenta con una mecánica eléctrica animada por una batería de 24 voltios y es capaz de alcanzar una velocidad de 16 km/h aunque también cuenta con un modo limitado a 6 km/h.