El Tesla Model 3 es un coche extremadamente tecnológico y minimalista. El coche apenas tiene botones físicos, más allá de los mandos del volante, las palancas tras este y el botón de los warnings. Todo lo demás está centralizado en una enorme pantalla central de 15 pulgadas y orientación panorámica. De esta pantalla dependen funciones como los limpiaparabrisas, la instrumentación o la climatización. Y una duda razonable puede ser qué ocurre si esta pantalla falla mientras conducimos el coche. Para comprobarlo, la han hecho fallar.
El experimento ha sido cortesía de TechRax, uno de esos youtubers especializados en experimentar destruyendo cosas. Mientras conducía su Tesla Model 3, con un gigantesco martillo metálico, iba dando golpes a la pantalla del coche. Los golpes de fuerza moderada no parecían tener efecto en el display, más allá de abollar su superficie. Incluso con golpes fuertes la pantalla mantenía su color y respuesta. No obstante, es incapaz de resistir los golpes eternamente: el cristal termina rompiéndose y la pantalla pierde al completo su funcionalidad.
Aún así, y como es lógico, el coche sigue funcionando con total normalidad. Incluso arranca y se conduce sin problema con la pantalla inutilizada. De hecho, es posible conectarse al vehículo sin problema alguno usando la app del teléfono, desde donde se puede regular la climatización y otras funciones. El coste de sustituirla, dicho sea de paso, fue de casi 1.500 dólares, mano de obra e impuestos incluidos. Un experimento entretenido pero con resultado predecible: ningún coche va a dejar de funcionar por carecer de una pantalla.
Fotos del Tesla Model 3