Nadie debería decir que el drag-racing es una actividad exenta de peligro. Es más que acelerar en línea recta: hay que tener en cuenta que las máquinas que se aceleran en línea recta tienen en algunos casos potencias superiores a los 2.000 CV – 8.000 CV en el caso de los devastadores Top Fuel – que pueden significar un accidente en caso de una mínima desviación de la trayectoria indicada. Es lo que le ha ocurrido al conductor del Chevrolet de 1955, accidentado de manera espectacular en el vídeo que recogemos para vosotros.
Tras proceder al habitual calentado de neumáticos – no es quemar neumático gratuitamente – el clásico se disponía a competir contra un Camaro altamente potenciado, en el Pikes Peak International Raceway en Colorado. Tras una salida correcta, el conductor pierde el control, aparentemente por corregir más de la cuenta ante una posible invasión del carril de aceleración por parte del rival. Esta invasión no se llegó a materializar, pero sí el vuelco del Chevrolet, de manera violenta, espectacular y completamente terrorífica.
Se ha desactivado la inserción del vídeo a petición del autor. Ver aquí.
Es posible ver las piernas del conductor saliendo por el parabrisas del coche, entre vueltas de campana, cristales y hierros rotos. Se dice que el conductor no llevaba cinturón de seguridad, y podría ser cierto, porque veo francamente complicado que eso pase con un cinturón de seguridad de seis puntos anclado a una jaula antivuelco. Milagrosamente, el conductor abandona el coche por su propio pie, visiblemente aturdido pero en apariencia intacto. Podríamos haber sido espectadores de una terrible tragedia, pero por suerte no ha sido así.
No nos cansamos de repetirlo: cinturón de seguridad, siempre. Incluso en circuito cerrado y en línea recta.
Fuente: Jalopnik
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