¿A quién se le ha ocurrido esta locura? Bendita locura, por cierto. Sealander nacía en Alemania, a iniciativa de unos emprendedores que creyeron en una brillante idea, la de crear una caravana versátil y flotante, que a su vez pudiera utilizarse como barquita de recreo. Sus dimensiones condicionan su practicidad, no es un yate. Por ende, tampoco es la barca perfecta, ni la caravana perfecta, pero al menos si presume de aunar ambas capacidades a la vez, algo que sinceramente no había visto hasta la fecha.
Está disponible desde 15.117€, antes de impuestos, cuenta con un espacio habilitado como cama de 2 x 1.56 metros y puede equiparse con cocina, baño, lavabo, nevera y todos los extras que habitualmente encontramos en autocaravanas. Pero lo verdaderamente interesante es su diseño, en fibra de vidrio reforzada e impermeabilizada, de manera que podamos introducirla en el agua y utilizarla como barquita de recreo, o incluso acampar amarrados en un embarcadero. Este producto de Sealander cumpliría con los requisitos técnicos y de seguridad, TÜV y CE, tanto como remolque para la carretera, como para cumplir su función como barco de recreo.
Cuenta con llantas de acero de 13″, pesa menos de 500 kilogramos y admite una carga máxima de 550 kilogramos, que se reduce a 410 kilogramos sobre el agua, para no poner en peligro su capacidad de flotación y su estabilidad. Una de las grandes ventajas de aunar barco de recreo y caravana en un mismo vehículo, es el hecho de que un turismo no tenga capacidad para arrastrar a la vez una barca en un remolque, y una caravana, salvo que hagamos dos viajes o que utilicemos una autocaravana.
Sinceramente, no es barato, pero no me digáis que no es una idea perfecta para el verano, para aquellos campistas a los que les guste pasar las tardes descansando en medio de un lago.
Fuente: Sealander | Vía: Barcroft Cars
En Diariomotor: Un concepto de caravana totalmente diferente
