El Skoda Octavia es el superventas por excelencia de la marca checa, el coche que ha cimentado la posición de Skoda en el Grupo Volkswagen. Su tercera generación ya lleva un tiempo con nosotros, y se ha ido constantemente actualizando con las últimas novedades del Grupo VAG, incluso ha recibido una nueva versión RS y tracción integral. El Skoda Octavia estrena una interesante motorización de acceso, un nuevo 1.0 TSI de tres cilindros y 115 CV que ya hemos visto en el SEAT Ateca, Volkswagen Golf o Audi Q2.
Este motor reemplaza al 1.2 TSI de cuatro cilindros y 110 CV que hasta ahora equipan los Octavia. El nuevo TSI de tres cilindros es 5 CV más potente y su par motor es de 200 Nm, equivalente a un atmosférico de dos litros. Sus prestaciones son más que correctas para su tamaño y cilindrada: acelera hasta los 100 km/h en 9,9 segundos – 0,3 segundos inferior al 1.2 TSI saliente. Pero sin duda alguna donde más destaca es en su consumo medio homologado, de sólamente 4,5 l/100 km. Es un consumo 0,4 l/100 km inferior al del 1.2 TSI de 110 CV.
Todo parecen ventajas. Incluso su punta de 202 km/h es superior a la del 1.2 TSI, que pude probar en su momento en tres coches diferentes y siempre me pareció un motor sensacional. También es posible asociar este propulsor a una caja de cambios DSG de doble embrague y siete relaciones, con un sobrecoste que rozará los 2.000 euros. Otro beneficio añadido de equipar un motor como el 1.0 TSI es que el precio total del coche se reduce. Su peso pasa de los 1.230 kilos del 1.2 TSI a sólamente 1.211 kilos en el Octavia 1.0 TSI.
Fuente: autoevolution
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