A los publicistas les encanta que haya niños en los anuncios. Sean adorables o incluso estresantes (quién no recuerda a aquel niño que enrojecía imitando el sonido de un cambio DSG), los niños son capaces de generar sensaciones – a veces encontradas – en los espectadores, y eso ayuda a que el comprador recuerde el anuncio y se identifique con el producto. Lo que no podíamos imaginarnos es que alguna marca estuviera dispuesta a mostrarnos en un anuncio a esos locos bajitos soltando por su boca palabras mucho más grandes que ellos mismos. Y es por eso que este anuncio de niños blasfemando, pronunciando con rabia tacos, palabrotas, y otras expresiones malsonantes, es probablemente lo más divertido que vamos a ver hoy. Y el anunciante que ha llevado a cabo esta acción no es otro que smart, para promocionar su nuevo smart forfour.
Desconocemos si esta campaña ha comenzado ya a emitirse en algún país, incluso dudamos que vaya a hacerlo. Quizás en un país de habla no inglesa, como España, pudiera emitirse sin problemas. Probablemente aquí no suene tan duro como hacerlo países en los que el inglés sea el idioma nativo. ¿Os imagináis este mismo anuncio doblado al castellano?
La moraleja del anuncio no es menos interesante. Smart apela a la rabia que acumulan muchos conductores, que les lleva a proferir todo tipo de insultos y palabras malsonantes mientras conducen, palabras que en muchos casos jamás pronunciarían en otro contexto. Y la razón que encuentra smart es que esos conductores utilizan un coche que no es el adecuado para sus necesidades, demasiado grande para moverse por la ciudad. No hace falta que os digamos que esa no es la verdadera razón por la cual nos transformamos al volante, una transmutación kafkiana solo comparable a la que muchos sufren cuando contemplan un partido de fútbol.