Los que seáis fans del «death metal» – un apasionante subgénero del heavy metal – estaréis familiarizados con los gritos infernales y aullidos de los cantantes. Y es posible que os recuerden de forma importante al aullido de la mecánica del coche que protagoniza este vídeo. Se trata de un Mazda RX-7 FD cuya mecánica original 13B de dos rotores, ha sido reemplazada por un nuevo motor construido a partir de seis rotores individuales. Una absoluta locura que grita como un alma poseída por el mismísimo Belcebú. Necesitas escucharlo.
Esta creación es obra de Pulse Performance Race Engineering (PPRE), un taller neozelandés especializado en motores rotativos. La naturaleza modular de los motores rotativos permite construir motores de más de dos o tres rotores – nunca ha existido un motor de producción de más de tres rotores – y en este caso, hablamos de seis rotores para una cilindrada de unos 3,9 litros de cubicaje. Este propulsor está construido a partir de piezas nuevas y lleva rotores de alta compresión, además de una bomba de aceite de alta presión y muchas modificaciones internas adicionales.
El motor desarrolla una potencia de 820 CV, sin sobrealimentación alguna. El motor funciona a la perfección, tiene un ralentí estable y emplea una centralita electrónica a medida. PPRE los fabrica a medida y los vende a través de su página web, por un precio que arranca en 107.800 dólares de Nueva Zelanda (63.700 euros al actual tipo de cambio). Con seis mariposas individuales de admisión y un escape artesanal, el grito gutural del motor no tiene comparación alguna. Es agudo, es salvaje, es visceral, y recuerda al Mazda 787B de competición.
Decididamente, sube el volumen para escucharlo en acción.