Hace unos días, en Diariomotor os presentamos, maravillados ante ese portento de la técnica, al motor ZZ632 de Chevrolet Performance. Este «crate engine» es un motor diseñado como propulsor plug & play, compatible con cualquier vehículo sin necesidad de modificación alguna a nivel técnico. Es un V8 atmosférico de dos válvulas por cilindro, inyección electrónica y 10,4 litros de cubicaje. Es capaz de desarrollar la friolera de 1.018 CV a 7.000 rpm. Es lo más incorrecto del momento, y aquí puedes verlo rugir con furia hasta su corte de inyección.
Este propulsor desarrolla un par máximo de 1.188 Nm sin recurrir a sobrealimentación alguna. Su tamaño es difícilmente comprensible hasta que ves que sobresale medio metro por encima del capó de cualquier coche. Sus cilindros tienen el tamaño de puños y aunque esté diseñado para el drag racing y otras disciplinas de alto rendimiento, funciona con combustible convencional de 98 octanos. Su ralentí es pesado y rítmico, ligeramente agresivo a causa de su cruce de válvulas. Pero una vez empieza a rugir en un banco de potencia, todo cambia.
Los altavoces no hacen justicia a su sonido amartillado, ni a cómo parece aumentar su régimen sin aparente fin. Montado en un banco de potencia fijo, el motor gira a escape libre, e incluso pueden verse pequeñas llamaradas cuando llega a su corte de inyección, superior a las 7.000 rpm. Si te has quedado con más ganas de ZZ632, te recomiendo que compruebes cómo encaja este big-block en un Chevrolet Camaro de tercera generación, y sigas al canal de YouTube de Hoonigan, donde están llevando a cabo este espectacular proyecto.
Fotos del Chevrolet ZZ632