Ayer mismo me avisaban algunos amigos de un accidente, difícilmente explicable, que se había producido durante las tandas del domingo en el Jarama. Difícilmente explicable, porque no es habitual ver a un coche superar las escapatorias, las barreras, salirse del circuito y acabar volcado en la vía de servicio de la carretera A1 que discurre junto al circuito madrileño. Aunque existen precedentes que probablemente todos conoceréis de accidentes similares en el Jarama, basta decir que no es habitual que suceda algo así, y menos en el punto en el que se ha producido, la primera curva, tras la recta de meta.
En Forocoches ya están comentando el suceso, aunque es importante tomar algunos de los comentarios con mucha cautela, puesto que en estos momentos son muchos los rumores y pocos los datos verificables sobre lo sucedido. Los que conozcáis el circuito del Jarama estaréis conmigo en que algo fuera de lo común ha debido suceder para que se produzca este accidente. La explicación que da alguna de las versiones, de un problema en los frenos de este Ferrari 360, parece la más lógica para entender que un deportivo haya entrado a la velocidad suficiente para superar la grava, atravesar las barreras – por su zona más débil – hasta salir del circuito y finalmente volcar.
En esos mismos comentarios se decía que los ocupantes del coche estaban heridos, aunque la gravedad, por suerte, no sería acorde con lo que tristemente podríamos imaginar por estas escalofriantes imágenes.
Y no es mal momento para recordar, independientemente de que el accidente se haya producido por un fallo mecánico o no, el respeto que hay que tener siempre por un deportivo, tanto dentro como fuera de los circuitos. Los circuitos nos ofrecen un escenario controlado en el que llevar al límite las prestaciones de un coche, pero el peligro siempre acecha, y ninguna escapatoria es infalible a la hora de protegernos de un accidente. Eso no quiere decir que un circuito – sea el Jarama o cualquier otro – deba ser considerado como peligroso. Sucedió en el Jarama, pero podría haberse producido en cualquier otro circuito. Los habituales del Jarama ya sabréis que existen zonas especialmente delicadas, tramos en los que las barreras están muy cerca, pianos que hemos de tratar con respeto puesto que una rueda sobre la arena nos puede costar un disgusto, o zonas casi malditas, como la bajada de Bugatti, tras la cual llega una curva en la que se han visto accidentes bastante graves, y diferentes coches saltar la barrera y acabar fuera del circuito.
La foto que ilustra el comienzo de este artículo la tomamos este mismo viernes al final de la recta de meta del Jarama, en una prueba que estuvimos realizando. En la foto se aprecian unos conos, que junto con los hitos que delimitan la distancia a la curva y el cartel de Hyundai sirven de referencia en la frenada. Al fondo se aprecian también las protecciones, con neumáticos y guardarraíles. Y más atras se aprecia incluso el muro del paso elevado que cruza la autovía A1 y junto al cual volcó el Ferrari este fin de semana.
Esperemos, y deseamos, que los ocupantes de este Ferrari se recuperen pronto.
En Diariomotor: Análisis de un accidente, las incorporaciones de las autovías y autopistas