Seguro que alguna vez habéis jugado al clásico juego de la cuerda. Dos equipos tienen que tirar de una cuerda en sentidos opuestos, y gana el que consigue arrastrar al otro equipo sobre una línea divisoria. Es un juego que también aplica a coches, que son atados con eslingas para ver cuál tiene mejor capacidad de tracción. En este tipo de juegos hay muchos factores en cuenta, desde la potencia de los coches implicados, su peso, sus neumáticos… o incluso su sistema de propulsión. Dicho sea esto, ¿crees que tres Suzuki Jimny serán capaces de arrastrar a un Mercedes Clase G preparado por AMG?
Como es obvio, el Mercedes-AMG G 63 no estará parado. Estará haciendo fuerza con sus 585 CV – extraídos de un motor 4.0 V8 biturbo – y habrá bloqueado sus tres diferenciales para maximizar sus posibilidades. Por su parte, los Suzuki Jimny sólo cuentan con una caja de cambios manual con reductora y un control de tracción tarado para el off-road, que bloquea de forma selectiva las ruedas que pierden tracción, enviando fuerza a las otras ruedas – sus diferenciales son abiertos. Ahora bien, es casi seis veces menos potente que el Mercedes Clase G, y pesa menos de la mitad que el alemán.
Contra un solo Suzuki Jimny, el Mercedes Clase G ni se inmuta, y lo arrastra con una facilidad humillante. Incluso se permite el lujo de tirar de dos Suzuki Jimny sin ningún tipo de drama. Ahora bien, ¿podrá con tres Jimny? Sus pesos combinados rondan las 3,5 toneladas y superan los 300 CV de potencia. Y aunque sobre el papel el Mercedes-AMG G 63 sea superior, los tres Suzuki Jimny consiguen arrastrar al Mercedes sin que este pueda evitarlo. No debemos olvidar un detalle clave: la capacidad de tracción de doce neumáticos es muy superior a la de solamente cuatro. No os perdáis el vídeo, es una gozada.
Galería de fotos del Mercedes-AMG G 63