Imagina por un momento que tienes un Tesla Model 3 en el garaje. Una berlina eléctrica potente con la que te puedes dar ciertas alegrías. Sin embargo, al cabo del tiempo te aburre y echas en falta algo más, lo que llevaría a la mayoría de personas a cambiar de coche, pero no a Justin. Y es que nuestro protagonista, cansado de su soso Model 3 ha tomado una drástica decisión: convertirlo en un coche híbrido de 1.000 CV y con cambio manual.
Vale, sobre el papel suena genial pero, ¿qué pasa cuando se lleva esto a la práctica? Pues lo cierto es que, aunque dicha transformación requiere de un duro trabajo y de un equipo cualificado para llevarlo a cabo, Justin está consiguiendo cumplir con su objetivo.
El Tesla Model 3 que para dejar de ser aburrido recurrió a 1.000 CV, cambio manual y mecánica híbrida
Lo primero que afirma el propietario de este Model 3 es que se ha inspirado en Rich Rebuilds y su Tesla Model S con motor V8 de origen Chevrolet. Sin embargo, Justin ha querido darle un toque personal a su proyecto, y lo cierto es que lo que ha decidido hacer es un hito.
Primero ha conservado el motor eléctrico de 300 CV de las ruedas posteriores y la batería para poder nutrirlo. Pero lo interesante llega cuando descubrimos que ha desmontado el maletero delantero para convertirlo en un vano motor que acogerá a una mecánica de combustión.
Concretamente Justin ha recurrido al archiconocido EA888, es decir, el cuatro cilindros turbo de 2.0 litros del Grupo Volkswagen. Concretamente lo ha tomado prestado de un Skoda Octavia RS y hay una buena razón para que este haya sido el motor a escoger: existen infinidad de modificaciones para elevar su potencia hasta límites insospechados.
Y es que será un turbo Garret G30-770 el que acompañe al cuatro cilindros turbo, consiguiendo que la potencia total ascienda hasta los 700 CV, logrando así que el Model 3 no se convierta en un coche híbrido más, sino en uno de 1.000 CV. Por supuesto, todo ello se verá arropado por mejoras en suspensión, frenos, motor y pistones reforzados y la que para mí es la guinda del pastel: una caja de cambios manual de seis relaciones.