En ocasiones el cine nos deja escenas memorables, sorprendentes, de ciencia ficción. En 1977, en el rodaje de la entrega The Spy Who Loved Me de James Bond, creyeron conveniente que 007 – interpretado por Roger Moore – escapase en un Lotus Esprit submarino. ¿Y para qué tirar de efectos especiales cuando puedes hacer tus sueños realidad? El Lotus Esprit submarino existe y aún se conserva. Además esconde una bonita historia de abandono y hallazgo, puesto que durante más de diez años no se supo nada de su paradero. Y la prueba de que aquel Lotus Esprit aún se sumerge la tenemos en este reportaje de Top Gear.
Última hora del nuevo programa de Jeremy Clarkson, Richard Hammond y James May: finalmente se llamará The Grand Tour.
Al ver estos reportajes es normal lamentarse por el hecho de que el trío formado por Clarkson, May, y Hammond, ya no vaya a protagonizar nunca más Top Gear. Al menos nos congratularemos de que sigan haciendo de las suyas en un programa para Amazon Prime, un programa que saldrá a la luz el año que viene. Richard Hammond se propuso probar la capacidad submarina del Lotus Esprit con un paseo que formó parte del especial sobre los 50 años de los coches de James Bond, en la temporada 18 de Top Gear, en 2012.
El Lotus Esprit submarino, que ha sido subastado en varias ocasiones por cantidades millonarias, fue una obra de Perry Oceanographic (ver historia del Lotus Esprit submarino). Pero la realidad de la película de Roger Moore es que la mayoría de las escenas en las que este Esprit aparece bajo el mar fueron rodadas con una réplica a escala 1/4 que se movía sobre raíles en el fondo del mar.
Fuente: Top Gear
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