En los últimos años Toyota no nos ha dado grandes titulares o, mejor dicho, titulares llamativos, al respecto de su futuro, como sí han hecho otros fabricantes. Toyota no ha puesto fecha a la electrificación completa de su gama, porque ya cuentan con una gama eminentemente híbrida, y con híbridos completos, no soluciones intermedias de micro-hibridación con motores eléctricos con una mínima asistencia. Tampoco nos han mostrado coches autónomos capaces de dar vueltas rápidas en circuito, ni han puesto fecha a su primer lanzamiento de un coche sin conductor. Pero nos consta que, a día de hoy, y por su experiencia con productos como el Toyota Prius, estamos ante una de las marcas que más ha avanzado en la electrificación y que más está trabajando en tecnologías que nos llevan directamente hacia el coche autónomo. Y la mejor muestra de su filosofía la tenemos en este vídeo, y en este Lexus, un prototipo que nos ilustra la idea del chófer y el guardián de Toyota y la razón por la cual tiene dos volantes.
El chófer y el guardián
Durante el transcurso del Salón de Frankfurt teníamos ocasión de hablar con Masahisa Nagata, Executive Vice-President de Toyota Motor Europe de Investigación y Desarrollo, Compras e Ingeniería en Producción, que nos recordaba que el camino hacia un coche autónomo pasa necesariamente por el desarrollo de sistemas que, en un primer paso, asistan al conductor y lo protejan, para llegar a un punto en que la automatización del coche sea capaz de conducirlo sin la intervención del conductor.
El guardián del que habla Toyota, de alguna forma, está presente en todas las ayudas a la conducción que ya podemos probar en los últimos productos de Toyota, y en los paquetes de ayudas a la conducción que la marca ha denominado comercialmente como Toyota Safety Sense. El chófer, como su propio nombre indica, es la tecnología de automatización que permitiría a sus coches desplazarse sin la intervención del conductor o, en otras palabras, el coche autónomo.
¿Por qué este Lexus tiene dos volantes?
Para desarrollar estas dos tecnologías, y comunicar sus avances, Toyota ha creado un prototipo con dos puestos de conducción. El primero está pensado para que tras el volante se ponga un conductor, y explorar las posibilidades de sus ayudas a la conducción, del guardián. En el vídeo puede apreciarse cómo Toyota está poniendo a prueba esta tecnología interponiendo obstáculos como balas de paja arrojadas desde un pick-up.
El segundo puesto de conducción está pensado para su chófer, para su coche autónomo. Ahora bien, ¿por qué añadir un segundo volante para probar una tecnología en la que a priori no es necesario utilizar el volante?
Toyota, consciente de que incluso un avanzado coche autónomo requerirá un volante, ya sea porque en ciertas situaciones sea necesario que el conductor tome el control, o porque sencillamente este quiera voluntariamente tomar los mandos y conducir por sus propios medios, está poniendo a prueba la transición entre conducción automatizada y conducción manual.
Y este último aspecto es precisamente uno de los puntos en el que los fabricantes tendrán que esforzarse más, para conseguir que la transición entre los modos de conducción manual y automatizada sea fluida.
Toyota, mediante un comunicado del responsable de desarrollo de sus tecnologías de seguridad, Kiyotaka Ise, ya nos ha dado una fecha. A comienzos de 2020, algunos de sus coches contarán con tecnologías de conducción semi-autónoma que permitirán que el coche pueda moverse sin la intervención de un conductor en entornos controlados, como autopistas, pero bajo la supervisión de un conductor que pueda tomar los mandos en cualquier momento.