El Toyota GR Yaris se ha convertido en uno de los coches del momento. No solo porque se trate, literalmente, de un coche de rallyes adaptado a la vía pública, sino también por sus capacidades. Y es que de estas da constancia el «utilitario» nipón en lugares tan complejos como Nürbrugring, donde domestica sin demasiadas complicaciones su trazado y… ¡es capaz de seguirle el ritmo a un Porsche 718 Cayman GT4!
Sí, estamos hablando de dos deportivos puros y duros, pero con doctrinas muy diferentes y prestaciones muy dispares. Y es que mientras que el GR Yaris es un coche que deja atrás su condición de utilitario híbrido por cortesía de su variante de carreras, el GT4 es un coupé ideado para ser preciso cual bisturí y ofrecer todo tipo de sensaciones.
El Toyota GR Yaris que le complicó las cosas a un GT4
Sabemos que hay un factor crucial en circuito, y son las manos del conductor y lo que le imponga el la pista, lo que puede derivar en que coches de menor potencia rueden más rápido que otros de categoría superior. Independientemente de ello, parece ser que tanto el piloto del GR Yaris como el del GT4 saben bastante bien lo que hacen, especialmente en un circuito tan exigente y complejo como lo es Nürburgring.
Recordemos que el Toyota GR Yaris hace gala de un motor de tres cilindros turbo capaz de producir 261 CV y 360 Nm de par, cifras que, en caso de equipar el Circuit Pack, se aplican con mayor precisión gracias a dos diferenciales Torsen de deslizamiento limitado. El Porsche 718 Cayman GT4, por su parte, hace gala de un seis cilindros bóxer atmosférico de 4.0 litros que eroga 420 CV y 420 Nm de par, cifras que, en opción, se pueden gestionar por medio de la caja automática de siete relaciones PDK.
Sobre el papel el alemán es considerablemente más rápido que el nipón, pudiendo cubrir el 0 a 100 un segundo más rápido que el GR Yaris y superando la barrera de los 300 km/h. No obstante, lo que realmente importa es lo que pasa sobre el asfalto y, pese a que el Cayman lleva la delantera, el Yaris se muestra en todo momento muy cerca de rebasarlo.