Para muchos, el Porsche 911 Safari es un sinsentido, al igual que el Lamborghini Huracán Sterrato; pero para otros cuantos es una fantástica reintepretación que, por desgracia, apta para unos pocos bolsillos. ¿Lo bueno? Que alguien ha querido tener su propia recreación, lo que ha dado como fruto el Toyota GT86 Safari por poco más de 20.000 dólares. ¿Lo malo? Que solo existe uno en el mundo y que es totalmente artesanal.
Concretamente, Alois, su propietario, reside en Dubai, y decidió tener un coche no solo divertido en el asfalto, sino también fuera de este. De esta manera, y en busca de tener algo fácil de mantener, nuestro protagonista decidió optar por el Toyota GT86, un deportivo al que le quiso dar un toque diferente en busca de alejarse de las millones de modificaciones que ya existen para hacer de este coche una máquina de drift.
El Porsche 911 Safari de hacendado existe, es un Toyota GT86 y es único en el mundo
Pero, ¿cómo ha sido llevar a cabo esta transformación? El propio Alois explica que ha partido de cero con el proyecto al no haber hecho nadie antes algo parecido con el deportivo japonés. Esto ha pasado por fabricar unos muelles específicos para subir la altura libre al suelo -aunque no dice en cuánto ha aumentado- y albergar unos neumáticos más grandes.
El escape, además de haber sido modificado, ha sido recolocado en la parte media de los bajos para protegerlo y evitar que entre arena. También se han instalado protecciones de bajos y una generosa cantidad de luces externas que se encienden por medio de unos mandos instalados en el interior del coche.
Sin embargo, a nivel mecánico no hay ni un solo cambio, y Alois explica que ha querido que sea así para mantener intacta la fiabilidad del GT86. Esto se traduce en un cuatro cilindros atmosférico bóxer que desarrolla 200 CV y 205 Nm de par. ¿Lo mejor de todo? Que entre coche y modificaciones su propietario ha gastado 22.000 dólares.