Nadie piensa en un monovolúmen de siete plazas como un vehículo pasional, salvo honrosas excepciones como el Renault Espace F1. Normalmente pasan su vida entre el colegio y los supermercados, a riesgo de caer en estereotipos (fundados). Pero siempre hay honrosas excepciones. Hace unos meses una piloto estadounidense convirtió su Sienna en una máquina de hacer drifting y hoy es la propia Toyota quien oficialmente crea un vehículo digno de Mad Max, usando como base un Toyota Sienna y una Toyota Tacoma.
Este vehículo es parte de una expedición organizada por Toyota en EE.UU., la Toyota Ever-Better Expedition, en la que una comitiva de vehículos Toyota de diferentes segmentos y tamaños se embarcarán en una aventura de 110 días que les llevará a cruzar Estados Unidos de punta a punta (Motor Trend). Durante este tiempo, analizarán las necesidades y desafíos que las carreteras y el estilo de vida estadounidense generan en sus productos. Una alternativa mucho más divertida a esos estudios de mercado de consultoras «vende-humo».
Este Sienna digno de Mad Max es realmente una carrocería de Sienna montada sobre el chasis de un Toyota Tacoma, preparado por TRD, el preparador oficial de Toyota. El chasis todoterreno está equipado con neumáticos off-road de alto nivel, suspensión elevada y resistentes paragolpes, incluso con un winch integrado. Carrocería mate, ópticas oscurecidas y una barra de iluminación LED sobre el techo aseguran unas gigantescas capacidades off-road para uno de los monovolúmenes más resistentes jamás creados.
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