Muy pronto la única posibilidad de comprar un turismo con motor de gasolina, de potencia media, y sin turbo, pasará única y exclusivamente por recurrir al mercado de ocasión. Cada vez son menos las marcas que siguen ofertando motores de gasolina atmosféricos, lo cual en cierta medida tiene sentido a la vista de la transformación que ha sufrido el panorama, y donde marcas como Ford han hecho que uno de sus bloques más vendidos en Europa sea un tricilíndrico turboalimentado. Y en ese reducto atmosférico de las japonesas, que son las marcas que más se han resistido al cambio, Toyota nos presenta su nuevo motor turbo 8NR-FTS, un cuatro cilindros de 1.2 litros que acaba de estrenarse con el Toyota Auris 2015 en Japón.
Entre sus bondades, Toyota se centra sobre todo en que su eficiencia térmica sea del 36%, según la marca, la mayor alcanzada en un motor de gasolina fabricado en serie. Para ello, además de un turbocompresor de entrada única, contaría con un colector de escape integrado en la culata y refrigerado por agua y admisión adaptable, no afectada por la carga térmica del motor. Contaría con la tecnología VVT-iW, reglaje variable de válvulas, y derivado de ello, otra novedad muy interesante para un motor de estas características, la posibilidad de trabajar en ciclo Otto y ciclo Atkinson según lo requiera la situación.
Recordemos que Lexus ya había utilizado motores de cuatro, seis y ocho cilindros capaces de modificar sobre la marcha su ciclo de funcionamiento. De esta forma, cuando la carga es baja, funcionan como un Atkinson, que retrasa el cierre de las válvulas de admisión para ahorrar combustible. Esta transición se produce únicamente en momentos de baja carga por una razón sencilla, el ciclo Atkinson no permite alcanzar un empuje tan elevado. Y esa es la razón por la cual los motores de ciclo Atkinson generalmente van acompañados de un sistema híbrido (los híbridos de Toyota utilizan motores Atkinson) o incluso un compresor, con los que hemos visto asociaciones más que apropiadas.
El motor 8NR-FTS de Toyota goza de 1.169 cm3 y cilindros de 71,5 milímetros de diámetro y 74,5 milímetros de carrera. La relación de compresión es de 10.0:1, la potencia máxima desarrollada de 116 CV a 5.200-5.600 rpm, y el par máximo de 185 Nm entre 1.500 y 4.000 rpm.
En su nota de prensa Toyota nos deja una nueva declaración de intenciones. Aunque en los últimos años han enfocado buena parte de sus desarrollos en los motores híbridos, o incluso la pila de combustible, son muy conscientes de que el presente y el futuro más próximo seguirán estando dominados por los motores de combustión interna sin ningún tipo de hibridación. Su llegada a Europa se producirá antes del verano.
Fuente: Toyota
En Diariomotor: Así es el primer motor Turbo de Lexus: todas sus claves