El engendro que tenéis en vuestras pantallas se llama Slaedehunden. Al parecer en Dinamarca la disciplina deportiva del «tractor pulling» es tan famosa como en Estados Unidos, y algunos granjeros adinerados compiten al máximo nivel con engendros que llegan a superar los 7.000 CV. Es el caso de este bestial tractor de competición, equipado con dos motores V12 diésel procedentes de un tanque ruso T-55, además de un V8 americano digno de un dragster. Es al mismo tiempo la peor pesadilla de Greta Thunberg, por si la imagen de portada no lo dejaba claro.
Los dos motores diésel están sobrealimentados por dos turbocompresores de camión, y cada motor tiene la gigantesca cilindrada de 38,8 litros. Estos motores tienen tres veces la cilindrada de un camión de calle, y en el chasis de Slaedehunden se montan dos unidades. Se estima que cada uno de esos motores desarrolla una potencia en el entorno de los 3.000 CV. Como se trata de un vehículo de competición no sigue normativa anticontaminación alguna: las nubes negras de gasóleo quemado llegan, literalmente, a oscurecer la luz del sol.
A estos dos motores se une un motor V8 de diseño HEMI, un Keith Black de 526 pulgadas cúbicas, es decir, 9,4 litros de cubicaje. Este gigantesco motor sobrealimentado por compresor se activa cuando los dos motores diésel han puesto en marcha al conjunto, y aporta de forma puntual unos 2.000 CV de potencia. La forma en la que los tres motores pasan su potencia al eje trasero, y el diseño de sus diversas transmisiones es desconocido, pero estamos hablando de una verdadera obra de ingeniería del más alto nivel.
Según hemos podido leer en los comentarios del vídeo, este engendro lleva 10 años compitiendo de forma fiable, sin grandes fallos mecánicos – más allá de unos colectores de escape que tienden a fugar de forma considerable. Sea como fuere, os recomendamos ver el vídeo. Es absolutamente fascinante.