Papá Noel está a punto de llegar a las casas de todos aquellos que se hayan portado medianamente bien en este año 2022. A las casas de muchos no va a llegar, pero este año tiene un gran aliado para repartir de forma eficiente sus regalos. Ríase usted de un repartidor de Amazon con una furgoneta blanca sin rotular. Este año, en vez de tener al reno Rudoloh y un trineo mágico, Papá Noel se ha agenciado un trineo navideño propulsado por tres gigantescos pulsorreactores alimentados por propano. Sí, tal y como lo oyes.
Robert Maddox se hace llamar a sí mismo Crazy Rocketman. Este inventor estadounidense suele experimentar con pulsorreactores. Estos motores a reacción no tienen partes móviles y son extremadamente simples. Son básicos, ruidosos, y muy poco eficientes, pero son sencillos de construir y pueden quemar todo tipo de combustibles – desde gasóleo a gas propano, pasando por todo tipo de alcoholes. Estos quemadores producen un empuje considerable, pero tienen poco margen de ajuste: a efectos prácticos, están encendidos, o están apagados.
Maddox ha usado los pulsorreactores – que no tienen apenas ninguna aplicación comercial – en todos sus engendros mecánicos: karts, monopatines, motos y bicicletas, e incluso un ataúd con ruedas. Era cuestión de tiempo que los montase en un trineo de tres patines, decorado con luces navideñas, y se lanzase a pilotarlo sobre un lago helado, disfrazado de Papá Noel. El Papá Noel de los petrolhead existe, y se llama Robert Maddox.