Urchfab es el extraño nombre de este experimento con ruedas. Su dueño tuvo un accidente que le impidió practicar deporte, por lo que decidió construir un coche para hacer drifting. Tenía suficiente experiencia en soldadura, y había conseguido comprar un trozo de Ford Anglia por apenas 100 libras esterlinas. Así comenzó el proyecto Urchfab, que terminaría derivando en una especie de Frankenstein con cuatro ruedas al que le encanta ir de lado. ¿Qué secretos esconde este interesante vehículo? Carfection nos lo cuenta.
Tras restaurar el trozo de carrocería salvable del Ford Anglia, construyó varios subchasis en los que montó el motor y un esquema de suspensiones independiente. El motor tiene raíces británicas, pero es un Saab 2.0 turbo. ¿Cómo? Era un motor originalmente diseñado por Triumph, que Saab readaptó, reforzó y sobrealimentó mediante un turbocompresor hasta llegar a los 175 CV de algunos 900 Turbo Aero. En un chasis ultraligero, mandando toda su potencia al tren trasero, es una absoluta delicia.
El coche tuvo un accidente grave que destruyó parte de su chasis, y el dueño aún tiene problemas para encontrar la puesta a punto más adecuada para la suspensión. El coche tiene demasiado agarre y no le resulta sencillo hacer que derrape, una de las causas que provocó el accidente. Es un proyecto que evoluciona, y nos agrada que aún haya chiflados que les encante crear vehículos así desde cero.
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