Los ingenieros que construyen puentes y viaductos conocen perfectamente sus límites. Los materiales empleados en su construcción y su diseño están preparados para soportar una determinada carga, y aunque suelen tener un gran margen de seguridad, no son estructuras invencibles. El Beaver Bridge de Arkansas (EE.UU.) es un puente colgante de hierro y madera, construido en el lejano año 1949. Ningún vehículo de más de 10 toneladas debería cruzarlo, como rezan varias señales. Esto es lo que ocurrió cuando un autobús de 35 toneladas decidió cruzarlo igualmente.
Antes de nada, hemos de agradecer que no ha habido que lamentar daños personales, heridos o muertes. Pero el vídeo que a continuación vais a ver es escalofriante. Un autobús de 35 toneladas cargado de pasajeros cruza el puente a una velocidad modesta, mientras observamos como el puente se dobla. Es como si fuera de plastilina. Aunque recupera la forma al instante, podemos ver que el puente no está diseñado para semejante nivel de carga. Cuando el autobús se encuentra a mitad de camino me dieron ganas de mirar a otro lado. Este vídeo es capaz de ponerte la piel de gallina.
Otros conductores pitan al autobús, con el intento de que de la vuelta o se dé cuenta de su error. El DOT de Arkansas (el Department of Transportation) cerró el puente al tráfico días después, ya que tenía programado su mantenimiento anual. Afortunadamente, no encontraron en su estructura daños de alcance permanente o defectos provocados por el paso del autobús. Con todo, si tiene un límite de carga es por un motivo claro. Este autobús ha tenido mucha suerte.