Todos los amantes del motor y, en especial, de la Fórmula 1, han soñado con vivir un Gran Premio en primera persona: algo que, en cierta manera, se puede hacer en los trazados urbanos con Mónaco como la meca de todos ellos. La capital monegasca te ofrece la posibilidad de recorrer parte de su mítico trazado, pero dependiendo del coche que tengas entre manos puedes sentir la épica… o acabar mal. Elegir un Citroën AMI para ello nunca fue una buena idea y este vídeo muestra cómo terminó la aventura del pequeño eléctrico: mal.
Cabe recordar que el Citroën AMI no es un coche: es un pequeño cuadriciclo eléctrico biplaza, que, en España, se puede conducir con la licencia AM de ciclomotor a partir de los 15 años. Está impulsado por un motor de 8,2 CV, que es capaz de alcanzar una velocidad máxima de 45 km/h: demasiado para este coche y para la horquilla del Grand Hotel de Mónaco.
La curva de Loews
Conocida como Loews o Fairmont, es una de las curvas a izquierdas más conocidas del Gran Premio de Mónaco y de todo el calendario. ¿La razón? Es la más lenta de la Fórmula 1 porque su giro cerrado de 180 grados exige a los pilotos dibujarla a velocidades reducidas de unos 50 km/h. Trazar esta horquilla a gran velocidad es bastante peligroso para los monoplazas de F1… y más todavía para el Citroën AMI.
En la primera pasada, el Citroën AMI hace la curva de Loews al contrario que en un Gran Premio, es decir, la sube: un intento que se salda con éxito, aunque si afináis el odio es posible oír los neumáticos del pequeño eléctrico francés cuando el conductor gira, rápidamente, a la derecha para afrontar esos 180 grados.
Por encima de sus límites
Sin embargo, la vuelta salió mal. El Citroën AMI (que pesa 471 kilos) llegó a la horquilla del Grand Hotel demasiado rápido y, cuando, quiso dibujar la curva… volcó. No está claro si el conductor (sobre el que han dicho que era menor de edad) sufrió alguna lesión en el accidente: teniendo en cuenta que sucedió a una velocidad relativamente baja, es probable que esté bien. Las personas que presenciaron la escena no sufrieron daños.
Más allá de la viralidad de las imágenes del Citroën AMI en el Circuito de Mónaco, el vídeo deja claro el peligro que implica superar los límites de un vehículo: trazar una curva, independientemente del escenario, por encima de las posibilidades del coche, se traduce en una pérdida de la estabilidad: en el mejor de los casos, sufrirá un subviraje o sobreviraje… y en el peor, un accidente.