Si tienes suficientes herramientas, ¿por qué no fabricar tus propios pistones de acero para el motor de tu coche? Algo así han debido preguntarse los chicos de Garage 54 que, tras sus experimentos anteriores con pistones de plástico y madera, han decidido probar con el acero para comprobar si estas piezas fabricadas por ellos mismos cumplirían con la misión que se les presupone. ¡Dentro vídeo!
Hay un motivo por el que los pistones están hechos por profesionales: hablamos de una pieza que está sometida a unos altísimos niveles de estrés térmico y mecánico. No sólo deben soportar la fuerza de la explosión de aire y combustible, también tienen que estar preparados para moverse a una elevadísima velocidad en las cámaras de combustión: su movimiento se repite miles de veces por minuto. ¿Razón suficiente, verdad?
Para los motores de gasolina, normalmente el material elegido para los pistones es el aluminio. Este metal no sólo es ligero, también cuenta con las propiedades térmicas adecuadas para aguantar el tipo ante las explosiones y es fácil de obtener, manejar, fabricar… No obstante, también existen pistones de acero aunque su presencia es más frecuente en las mecánicas diésel porque ayudan a controlar la presión que en ellos se produce.
Buen diseño, acabado tosco
A pesar de ello, en Garage 54 han decidido diseñar sus propios pistones de acero… y fabricarlos para comprobar qué pasaba al montarlos en uno de sus motores. Primera conclusión: no es tan sencillo como les parecía en un principio. Segunda conclusión: no intentéis esto en vuestra casa, ni vuestro garaje privado ni en el taller que habéis montado. Estáis avisados.
El vídeo que acompaña a estas líneas documenta todo el proceso. Dura algo menos de treinta minutos y en él veréis que los rusos de Garage 54 hacen un buen trabajo en el proceso de diseño. La elaboración y el acabado de sus pistones es más tosco que el de un fabricante especializado: hay que tener en cuenta que estamos en un taller normal donde, eso sí, dan rienda a su imaginación sin límite alguno.
¿Funciona?
Después de instalar los pistones artesanales de acero, el coche lucha (sin éxito) por encender el motor que ahora luce un conjunto de piezas significativamente más pesadas. ¿Supuso esto un problema para los chicos de Garage 54? Evidentemente, no: siguieron intentándolo con un poco de ayuda extra, pero no os desvelaré si consiguen su objetivo. Tendréis que ver con vuestros propios ojos cómo funcionan estas piezas artesanales aunque probablemente no os sorprenderá el resultado… o sí.