Algunas ideas parecen haber sido fruto de una serie de malas decisiones, regadas posiblemente de demasiadas cervezas. Un grupo de petrolheads estadounidenses – que se hacen llamar a sí mismos Grind Hard Plumbing Co. – tuvo la desquiciante idea de construir el Ford Mustang Power Wheels más rápido del mundo. Un Power Wheels es un coche de plástico para niños, un coche que lleva un motor eléctrico con el que se mueve a poco menos de 5 km/h. Este es el Ford Mustang rosa de la Barbie, y en sus entrañas tiene un motor de enduro capaz de propulsarlo hasta más de 110 km/h. Benditas malas decisiones.
Como seguro que podéis intuir, el coche de la Barbie tiene ruedas de plástico duro y su chasis no soportaría – para empezar – siquiera el peso de un adulto. Lo que nuestros queridos amigos han hecho fue comprar un viejo kart por 250 dólares – un kart en el que ya había instalado un motor de moto, dicho sea – y sobre su chasis acoplar la carrocería de plástico del Barbie Mustang. Finalmente movieron el motor de la Honda CRF230 a la parte delantera del engendro, buscando una mejor distribución de pesos. En sólamente cuatro días esta abominación mecánica ya se movía por sus propios medios.
Además de ser una divertidísima máquina de derrapes – como el vídeo que tenéis sobre estas líneas atestigua perfectamente – el Barbie Mustang es capaz de superar los 100 km/h, gracias a su caja de cambios, procedente también de la moto. Es algo que consideramos extremadamente peligroso e imprudente, sobretodo en una carretera abierta al tráfico, por muy rural que sea. De hecho, la sesión de derrapes al lado de un precipicio casi termina en tragedia tras una pérdida de control no esperada, como podréis comprobar cuando apretéis el botón de «Play».
Fuente: Jalopnik