La policía de Estados Unidos habitualmente se ve envuelta en persecuciones a alta velocidad – sí, esas que inundan sus telediarios y tienen tanta audiencia. Reflexiones aparte, la policía suele usar sus coches para detener a los «malos», empujando su parte trasera para provocar un trompo y que otras unidades les puedan bloquear el paso. Hay más métodos para detener vehículos, como las barreras de clavos. The Grappler Police Bumper podría reemplazar de forma efectiva a otros métodos, con una técnica que parece inspirada en el salvaje oeste.
Se llama The Grappler Police Bumper, y permite detener vehículos sin tener que embestirlos, sólo es necesario acercarse a su parte trasera. El vehículo de policía está equipado con un enganche, una especie de rastrillo soldado al chasis en el que se encuentran fijadas – sujetas mediante una cadena – una serie de correas de tela de alta resistencia. En cuanto entran en contacto con la rueda del vehículo perseguido, se enmarañan en ella. Es entonces cuando el vehículo de policía aplica sus frenos, haciendo de ancla.
Esto impide que el vehículo se siga moviendo correctamente y termina por pararlo, de forma progresiva, sin drama y sin grandes peligros. De todas formas, si el policía considera que la situación es demasiado peligrosa, puede soltar las correas desde el interior del coche y desanclarse de él. Otras ventajas de este sistema es que funciona en situaciones con poco espacio, e incluso permite parar a vehículos en los que la clásica evasiva no es posible, como vehículos que están sujetos a un remolque.
Fuente: The Drive
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