El propietario medio de un Ferrari LaFerrari es un millonario que apenas lo saca de su garage. No lo digo yo, lo dicen los anuncios de estos carísimos superdeportivos: rara vez verás unidades en venta cuyo odómetro supere los 100.000 km. Estos superdeportivos híbridos valen millones de euros, reciben detallados tan valiosos como un Opel Corsa y rara vez son conducidos al límite de sus posibilidades. Muchos propietarios de un LaFerrari posiblemente quedarán horrorizados al ver el vídeo contenido en este artículo. Barro, charcos, hierba… un LaFerrari retozando, tan como un niño en un parque embarrado.
No hay muchos detalles tras este vídeo. El LaFerrari y el F40 que aparecen en este vídeo pertenecen a los organizadores del Heveningham Concours, un concurso de elegancia de coches de competición y aviones, que tendrá lugar en junio en Reino Unido. Queda más de un mes para el evento, y los organizadores decidieron acudir a inspeccionar el estado del terreno, en un clásico día lluvioso de Reino Unido. Ya que los coches se iban a mojar y «enguarrar», ¿por qué no dar rienda suelta a la potencia de sus motores y divertirse derrapando?
Personalmente se me ocurren pocas cosas más divertidas que derrapar sobre un campo mojado con un LaFerrari, el mismo con el que su propietario ha derrapado por caminos rurales completamente anegados. El mismo con el que ha cruzado charcos de cierta profundidad. El resultado ha sido un divertido vídeo, y una enorme sonrisa para el conductor. Si sois como yo, tened por seguro que habrá igualmente disfrutado limpiando el coche. Porque al fin y al cabo, un LaFerrari es «solo» un coche, un coche creado para ser disfrutado. No debería pasar su días aparcado inmóvil en un solitario y lóbrego garage.