Nadie piensa en el Nissan 350Z como un todoterreno ideal. Es un deportivo bastante purista: su motor V6 en posición delantera es un atmosférico de 3,5 litros y hasta 313 CV, que manda su potencia al tren trasero mediante una caja de cambios manual. Y sin embargo, parece un vehículo todoterreno sorprendentemente capaz. Claro está, mediante una preparación mecánica en absoluto sencilla y que a muchos podría provocar cierta urticaria. A mí me parece que es una transformación arriesgada, una de esas geniales malas idea.
Es obvio que el Nissan 350Z no es, ni será un todoterreno sin un sistema de tracción total. Este Z no lleva un sistema de tracción total, pero su suspensión ha sido elevada varios centímetros, necesarios para ganar altura libre al suelo. Los pasos de rueda han sido rematados en plástico con remaches, y en su techo se ha instalado una barra de LEDs, ideales para la práctica off-road, comunes en coches como los Toyota Land Cruiser o Jeep Wrangler. Este Z parece una especie de afrenta a los más puristas.
Como no tiene tracción total, las subidas pueden ser algo complicadas. Así que su dueña – también dueña de un precioso Corvette Z06 negro – le ha instalado un cabestrante delantero. Además de eliminar parte de los paragolpes, sus bajos también se han carenado buscando esa protección extra para salir del asfalto. Sus neumáticos no chocarían en un Jeep Cherokee. Sobre estas líneas podéis comprobar cómo se mueve fuera del asfalto.
Fuente: Carscoops
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