Si eres un amante de Nürburgring, de las tandas en circuito, o simplemente de la velocidad, has de seguir el blog de Bridge to Gantry. Precisamente ahí nos encontrábamos con este indescriptible vídeo, en el que el autor de la entrada que enlazamos se preguntaba si el conductor de este Renault Mégane RS 250 Cup es el peor conductor de tandas abiertas al público, las touristenfahrten, de Nürburgring. Un vídeo que nos da algunas lecciones, muy obvias por otra parte, de lo que no debemos hacer en circuito.
En el vídeo, que tal vez desaparezca pronto para evitar que Nürburgring ejerza su derecho de admisión y no deje acceder a este cliente de por vida, se aprecian todo tipo de despropósitos. No hablamos solo de un conductor poco habilidoso al volante de su coche. Para acceder a estas jornadas de «puertas abiertas» no es necesario ser Lewis Hamilton, o Fernando Alonso. Para conducir en un circuito, incluso en Nürburgring, no es necesario ser un gran piloto, sino simplemente ser conscientes de nuestras limitaciones.
Y, por encima de todo, ser muy respetuosos con las normas de seguridad. No respetar esas normas puede costarnos una desgracia, a nosotros y al resto de usuarios de la pista. No respetar una bandera amarilla significa jugar con la vida de otros conductores, y sobre todo con la vida de los comisarios, que son los que están más desprotegidos.
Vamos a ignorar por un momento la obsesión del conductor de este Mégane por cruzar su coche, algo que para empezar no deberías hacer en unas jornadas de público en Nürburgring. El responsable de este vídeo asegura que se trata de una recopilación de los «mejores momentos» (por decirlo de alguna forma) de 29 vueltas a Nürburgring.
Bastaría uno solo de los instantes en los que se inmortalizó conduciendo con bandera amarilla para prohibir su entrada a Nürburgring durante unos años. En el minuto 1:18 ya se aprecia como está a punto de perder el control con un vehículo de asistencia del circuito en pista para atender a un BMW Z3 que ha sufrido una salida de pista. Los excesos de velocidad con bandera amarilla y vehículos accidentados en pista son una constante. Y así todo el vídeo. Una sucesión de adelantamientos indebidos, no respetar la distancia de seguridad, y momentos en los que está muy cerca de perder el control, chocar contra otros coches, o incluso abalanzarse contra los comisarios que agitan las banderas amarillas, una situación que jamás debería producirse con una bandera amarilla en pista.
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