Si eres un verdadero petrolhead, te gustan los clásicos. Los coches clásicos y los coches deportivos clásicos tienen algo especial. Son coches en los que no hay asistencias a la conducción, no hay en muchos casos elementos de confort, y por supuesto, ningún sistema activo o adaptativo que hace más sencillo convivir con el coche a diario. Los deportivos clásicos son coches desequilibrados, incómodos, ruidosos y políticamente incorrectos. Y este vídeo te hará amarlos con más fuerza – y te convertirá, si piensas que un deportivo moderno es mejor.
El vídeo toma como ejemplo un Porsche 911 Carrera RS 2.7, uno de los mejores deportivos jamás creados por Porsche. Un coche que podríamos definir como el antecesor de la familia GT3 de los Porsche 911. Con «solo» 210 CV y una excepcional ligereza, era uno de los mejores deportivos de principios de los años setenta. Por supuesto, no tenía dirección asistida, y ningún elemento automatizado. Un vehículo sometido a nuestro completo control, de comportamiento puro, emocionante y absolutamente visceral.
Por supuesto que un Porsche 911 moderno es mucho más efectivo, muchísimo más rápido, mucho más fiable y más apto para la utilización diaria. ¿Pero quién quiere eso? ¿Quién quiere eso pudiendo disfrutar de una experiencia de conducción absolutamente visceral y pura? El vídeo nos deja ver perfectamente el carácter del Carrera RS: mientras el motor va aumentando su sinfonía mecánica, las letras van poco a poco elaborando la lista de equipamiento que podemos encontrar en un 911 moderno, y de las que el clásico, afortunadamente, prescinde.
Fotos del Porsche 911 Carrera RS