Una de las situaciones más peligrosas que se pueden producir en carretera es la de un conductor que ha perdido el conocimiento al volante. Ya os podéis imaginar el riesgo al que se puede enfrentar ese mismo conductor, y el resto de vehículos con los que comparte la carretera, en el tiempo en que su coche sigue circulando sin control, hasta que este definitivamente se detiene por completo. Esa fue precisamente la escena a la que tuvieron que enfrentarse los conductores de Dixon, en Illinois, Estados Unidos. Hasta que un buen samaritano no dudó en detener su pick-up y lanzarse por la ventana al interior del vehículo, en el que yacía inconsciente su conductor, para accionar el freno de estacionamiento.
Estas imágenes fueron compartidas durante el fin de semana por la propia policía de Dixon, que se vio sorprendida por un coche que hizo caso omiso a la luz roja del semáforo en una intersección. Por suerte, los vehículos con los que se cruzó mientras circulaba fuera de control frenaron a tiempo. A continuación, Randy Tompkins, que circulaba en dirección contraria con su pick-up, frenó y saltó al interior del coche descontrolado tras contemplar que su conductor se había desvanecido.
El conductor que se había desvanecido sería trasladado de inmediato al hospital.
No es la primera vez que nos encontramos con un acto de estas características. Recientemente conocíamos el caso de un conductor que en Munich interceptó a un vehículo, cuyo conductor se había desvanecido, utilizando su propio Tesla Model S para frenarlo.
¿Cómo actuarán muy pronto nuestros coches en caso de desvanecimiento?
Mucho antes, incluso, de que llegue el coche autónomo a las calles, nuestros coches serán capaces de detenerse, o incluso de avisar a los servicios de emergencia, si nos desmayamos mientras conducimos. No hablamos de ciencia ficción, sino de una tecnología que ya está presente en coches con ayudas a la conducción avanzadas, como el nuevo Mercedes Clase E. Esta tecnología, que muy pronto llegará a coches más populares y económicos, es capaz de interpretar que el conductor se ha desvanecido al comprobar que este ha dejado de accionar el volante. Y en esa situación, es capaz de avisar a los servicios de emergencia y de proceder a una parada controlada, frenando progresivamente hasta detener el coche, y deteniéndolo a un lado de la calzada, con las luces de emergencia activadas.
Un coche parado a un lado de la calzada sigue siendo un riesgo para otros conductores, pero estaréis conmigo en que es un riesgo mucho menor que un coche circulando descontrolado.