He de decir que me cuesta mucho creer que el protagonista de este vídeo no sea consciente de que a su Lincoln Navigator le sucede algo. Y que ese algo, por decirlo de alguna forma, es una avería importante, sobre todo por las consecuencias que puede tener para la seguridad de los pasajeros. Ya ni hablamos de lo que debe ser ir subidos a bordo de este coche. Imaginamos que su conductor no leyó nuestro artículo sobre los síntomas de que la suspensión de tu coche está en mal estado.
Como ya decía mi compañero Sergio, uno de los síntomas más evidentes de que la suspensión no está trabajando como debería es la evidencia de un rebote excesivo. Si tu coche empieza a rebotar más en los resaltos de tu ciudad, o al pisar un bache, es posible que tus amortiguadores estén acusando un desgaste excesivo. Si tu coche no deja de botar mientras circulas por una carretera llana, mucho nos tememos de que la avería es más que evidente. Recordemos que, entre los objetivos más importantes de las suspensiones, está absorber las irregularidades del terreno. Y por absorber se entiende acompañar el movimiento de la rueda al pasar sobre esas irregularidades y hacer que este movimiento no se transmita a la carrocería del coche, no solo para viajar confortablemente, sino también por seguridad.
Y ese no es el único indicio de que las suspensiones de tu coche han de ser revisadas y algunos de sus componentes remplazados.
Si tu coche está hundido hacia delante, o hacia atrás, o inclinado hacia un lado, también podríamos estar ante una avería, muy típica por ejemplo en las hidroneumáticas. Si tu coche flanea en frenadas fuertes, o se inclina más de la cuenta en apoyos fuertes, también estaríamos ante una avería en las suspensiones que urge una revisión. Si tus neumáticos sufren un desgaste anormal – ojo, porque esto también puede ser un indicio de neumáticos mal alineados – también podría deberse a un problema en las suspensiones. Si escuchas crujidos o golpes metálicos al pasar sobre un bache o en una curva, también es muy probable que haya daños en las suspensiones.
Y sobre todo, insistimos, si tu coche no deja de botar en una carretera llana, deberías acudir con urgencia a tu taller de confianza.
Vía: Jalopnik
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