Es una pregunta retórica. Por supuesto que no necesitas más coche que un Volkswagen Golf GTI 16V Mk2. Porque ya es muchísimo coche. Los Volkswagen Golf GTI son considerados los deportivos del pueblo, y por fortuna, su segunda generación aún tiene un precio razonable en el mercado de segunda mano, quizá por los cientos de miles de unidades producidas a finales de los años 80 y principios de los 90. El coche que tenéis en pantalla es posiblemente uno de los ejemplares más deseados de esa segunda generación, un 16 válvulas de 139 CV de potencia y magnífico estado de conservación.
Esta unidad concreta pertenece a Andrew Tucker, cuya infancia giró alrededor de los Golf GTI, de los que su padre era un acérrimo aficionado. Su primer coche fue un Volkswagen Golf de segunda generación, y tras años de búsqueda logró encontrar la que él consideraba la unidad perfecta. Es concretamente su segundo GTI, ya que su primer GTI fue desgraciadamente destruido en un incendio. La peculiaridad de esta unidad es su estado completamente original, sin modificación alguna – algo cada vez más difícil de encontrar en este tipo de vehículos. ¡Incluso su embrague es el original de fábrica!
En su día, era capaz de hacer el 0 a 100 km/h en menos de 8 segundos, con un peso de apenas una tonelada. Su propietario no quiere modificarlo y apenas lo conduce – sólo en ocasiones especiales. Quizá es el único punto en el que no estamos de acuerdo con él: los coches no duran para siempre, y hemos de aceptar su destino. Son máquinas sujetas a desgaste, y el problema es que si no los conducimos, pierden todo su sentido. Este clásico moderno es un coche muy sencillo y barato de mantener, capaz de ofrecer a su propietario sonrisa tras sonrisa, sin necesidad de invertir grandes sumas de dinero en averías.
Es un coche hecho para ser disfrutado.