Una auténtica locura. Un Koenigsegg Agera R acelera de 0 a 300 km/h en 14,53 segundos, el Hennessey Venom GT en 13,63 segundos. Visto así, ¿cómo demonios puede un Volkswagen Golf Mk1 arrasar en el cuarto de milla en 8,385 segundos, y alcanzar en ese tiempo los 285 km/h desde parado? Evidentemente no estamos ante un Volkswagen Golf cualquiera, sino a una bestia diseñada por y para las drag race. Un coche que acelera de 0 a 100 km/h en 2,6 segundos, lo suficiente para ridiculizar a muchos superdeportivos. Y lo que es aún más increíble, de 100 a 200 km/h solo tarda 2,2 segundos y 1,8 segundos en pasar de 200 a 250 km/h.
Ya os hablamos hace poco de este Volkswagen Golf Mk1 que dispone de – nada más y nada menos – 1.150 CV de potencia. Lo vimos en una salida fallida, en la que su transmisión dijo basta, aunque su propietario asegura que, salvo por aquel problema, este descabellado Golf ha aguantado infinidad de pruebas de aceleración sin problemas.
Bajo el capó no hay un motor con muchos cilindros en uve. Nos encontramos con un motor de cuatro cilindros y 16 válvulas, que de la mano de la sobrealimentación, hasta límites imposibles, alcanza los 1.151 CV de potencia gracias al uso de bioetanol E85. Cuenta con un sistema de tracción a las cuatro ruedas, y neumáticos de gran agarre, para lidiar con la necesidad de agarre que requiere en sus salidas. Tened en cuenta que estamos ante un Golf de solo 970 kilogramos.
En definitiva, una bestia increíble.
Fuente: Boba Motoring