El Volkswagen Golf R siempre ha sido catalogado como un coche muy eficaz pero poco divertido, especialmente en la sexta y séptima generación tras cambiar el mítico VR6 por un más explosivo pero menos exultante cuatro cilindros turbo. Sin embargo, en su octava generación no solo se ha vuelto un coche más animado en cuanto a sensaciones, sino que también ofrece un cambio manual de seis relaciones en opción. ¿El problema? Que esta transmisión para el Golf R está disponible en Estados Unidos y no en Europa.
Pero dejando envidias sanas a un lado y teniendo en cuenta que muchos hot hatchbacks han dejado atrás su filosofía original, que era ofrecer mucho por poco, se agradece que ciertas reminiscencias de esta era dorada de los compactos deportivos vengan a la era moderna con modelos como el Volkswagen Golf R y su cambio manual.
El Volkswagen Golf R con cambio manual puede ser el unicornio moderno de los hot hatchbacks
Y es que si analizamos el mercado y la competencia directa del Volkswagen Golf R, nos percataremos de que no hay demasiados compactos con cambio manual, ya ni si quiera en Europa. El Renault Mégane R.S y el Hyundai i30 N cuentan con esta transmisión, pero están destinados a competir con el Golf GTI.
Ni si quiera el CUPRA León cuenta con cambio manual pese a ser primo hermano -en su variante más radical- del Golf R. El Audi S3 tampoco recurre a esta transmisión, y el Mercedes-AMG A 35 huye también de los tres pedales. En el caso de Ford nos encontramos con un último peldaño liderado por el Focus ST, dejando muerto el hueco del RS.
Sí, muchos de estos modelos se venden únicamente en Europa, tales como el Mégane R.S, por lo que resulta cuanto menos curioso que sea el mercado americano en el que el Golf R se venda con cambio manual. ¿Habrán cambiado las tornas? No lo sabemos, pero desde luego dan ganas de cruzar el charco y hacernos con uno de ellos antes de que sea demasiado tarde.