El Volkswagen Golf R posiblemente nunca tuvo un rival más duro en circuito. Aunque sobre el papel es todo un portento – 4,9 segundos en el 0 a 100 km/h, tracción integral y 300 CV de potencia (es un modelo pre-facelift) – su rival no es mucho menos formidable. Es el limitadísimo y exclusivo Renault Mégane RS Trophy-R, lo mejor en salir de Renault Sport en los últimos años, y durante un tiempo, poseedor del récord de vehículos de tracción delantera en Nürburgring. Lo dicho, un rival absolutamente formidable.
En la saga Deadly Rivals de evo, la publicación inglesa ha comparado sus tiempos de vuelta en el circuito de Anglesey, en Gales. Aunque el Volkswagen Golf R es sobre el papel más rápido – el Mégane tarda 5,8 segundos en hacer el 0 a 100 km/h, tiene 25 CV menos y tracción delantera – el Renault es una máquina construida con un único propósito: ser absolutamente implacable en circuito. Algunos detalles deberían darnos pistas: no tiene asientos traseros, monta semi-slicks de fábrica y posee suspensión ajustable Öhlins.
Además, sus asientos están construidos en fibra de carbono, su batería es de litio y cuenta con un autoblocante mecánico. Es el Porsche 911 GT3 RS de los compactos deportivos: su peso de 1.297 kilos en orden de marcha contrasta con los 1.476 kilos en vacío del Volkswagen Golf R. Por muy bien puesto a punto que esté el Volkswagen Golf R y por muy eficaz que sea, no es rival para el Mégane más radical de la historia. 3 segundos de diferencia en una vuelta de poco más de un minuto son los testigos empíricos del hercúleo rendimiento del francés.
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