Las consecuencias del Dieselgate para Volkswagen no serán agradables. La marca ya ha anunciado sus planes de recortes ante el advenimiento de una llamada a revisión de millones de coches cuyo coste será de decenas de miles de millones de euros. Casi nada. Sin comprometer las inversiones esenciales del consorcio automovilístico, debe recortar miles de millones en gastos. Una de las decisiones que podrían tener que tomar es el cierre de la fábrica de cristal de Dresden, donde se produce el Volkswagen Phaeton.
La superberlina de Volkswagen es prácticamente un Bentley, a nivel de plataforma, calidad y procesos productivos. Se construye de forma casi artesanal, a un ritmo actual de 8 unidades a la semana. Un ritmo bajo, también impuesto por un mercado que apenas demanda berlinas de representación con un emblema generalista en el capó. En 2014 sólo se han vendido 4.000 unidades del Phaeton y sus ventas acumulan años de tendencia descendente. Fue uno de los proyectos estrella de Ferdinand Piëch, ya apartado de las altas esferas del Grupo.
Con todo, el Consejo de Administración deberá aprobar el cierre de una fábrica emblemática que emplea a 500 personas, según informan diarios alemanes. Una fábrica que se parece más a una boutique que a una instalación industrial. Y el cierre podría no suceder, ya que el nuevo Grupo Volkswagen ha anunciado que el Phaeton seguirá siendo su buque insignia, aunque dotado de un propulsor 100% eléctrico. Se estima que Volkswagen ha perdido unos 25.000 euros por Phaeton vendido desde su lanzamiento en 2003.
Fuente: Autoblog
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