Cuando aún no tenemos una red de recarga lo suficientemente amplia y completa para poder usar un coche eléctrico más allá de la ciudad o del día a día, resulta que conectar estos vehículos a una estación podría ser historia. Volvo, en colaboración con varias empresas especializadas en estos procesos, ha puesto en marcha un proyecto piloto en Suecia para evaluar su potencial pensando en modelos particulares. ¿En qué consiste? En recargar sin cables.
Volvo está probando una nueva tecnología de carga inalámbrica en un entorno urbano real. Algo que es posible gracias a la colaboración de Cabonline, el operador de taxis más grande de la región nórdica. Durante tres años utilizará una pequeña flota formada por varias unidades eléctricas del Volvo XC40 Recharge y los cargará de forma inalámbrica en las diferentes estaciones de Gotemburgo. En total, estos vehículos utilizarán durante más de 12 horas al día y recorrerán 100.000 kilómetros al año.
Carga inalámbrica de más de 40 kW
Las estaciones de carga (proporcionadas por Momentum Dynamics) funcionan de la siguiente manera: están dotadas con una plataforma de carga incrustada en el pavimento y cuando un coche eléctrico compatible aparca sobre ella, la recarga comienza automáticamente porque el vehículo ha sido equipado con una unidad receptora que capta la energía enviada. Para que no haya ningún error y los XC40 Recharge se alineen fácilmente con este punto, Volvo utilizará su sistema de cámara de 360 grados.
Los Volvo XC40 Recharge contarán con una potencia de carga inalámbrica de más de 40 kW: una cifra que permitirá que la velocidad de carga sea, aproximadamente, cuatro veces más rápida que la que ofrece un cargador de corriente alterna de 11 kW con cable y casi tan rápida como la de un cargador rápido de corriente continua de 50 kW. Sea como sea, el conductor puede llevar a cabo todo el proceso sin tener que bajarse del vehículo.
Gothenburg Green City Zone
Este proyecto piloto protagonizado por Volvo se enmarca dentro de la iniciativa Gothenburg Green City Zone. Un proyecto que, como su propio nombre indica, tiene lugar en la ciudad sueca donde se han designado varias zonas que se han transformado en bancos de pruebas reales para el desarrollo de tecnologías sostenibles. Usar un escenario tan real como este ayudará a la marca a acelerar sus progresos en las áreas de electrificación, movilidad compartida, conducción autónoma, conectividad y seguridad.